Como ya sabemos los Paradores son hoteles creados, en su mayor parte, en edificios emblemáticos o históricos.
La parte negativa es la pérdida del original edificio tal y como era, la positiva la consecuente conservación del mismo al pasar a ser un edificio habitado de uso comercial.
La realidad, a todos los efectos, es que muchos de ellos son lugares singulares, de gran atractivo, de los que no hay dos iguales.
El elegido por Isaac y Gloria fue el Parador de Tordesillas.
Con la difusión y repercusión que tienen hoy día las redes sociales a pocas personas no les sonará Tordesillas (si, la del Toro de la Vega). Aparte de esa fiesta se puede decir que es un pueblo con gran encanto, con un parador inmerso en una arboleda que lo hacen idóneo para disfrutar agradables noches de verano.

La novia, muy elegantemente vestida, llegó a lomos de un impresionante caballo, que aportaba su toque singular a la ceremonia de unos novios enamorados de los animales.