Casarse dentro de una bodega garantiza buena temperatura sea cual sea la época del año. En este caso nos salvó de los rigores del verano.
Creo que nadie sucumbió a la tentación de empezar la celebración antes de tiempo pues, desde luego, estar rodeado de tantas botellas de rico vino podría animar a mas de uno a hacerlo.
Cuando se tiene muchos invitados hay personas que quedan un poco alejadas, pues solo se puede poner 4 sillas por fila, pero la experiencia es única.
